Como diría Dumbledore "acontecimientos recientes me han impedido atender como quisiera mi blog", y los temas se me acumulan, pero no aguanto más sin hacer alguna reflexión en torno a la economía ... aunque como tarea deberíais ir leyendo los últimos comunicados de ETA.
Hoy vamos a hablar de los "mercados financieros", de Wittgenstein y de las perversidades del lenguaje, y, por supuesto de la pensión de la Tía Molly. Una de las cosas más importantes que se aprende cuando se estudia la Filosofía del Lenguaje es que muchos de los problemas se resuelven cuando conseguimos entender correctamente "de qué estamos hablando", es lo que se llama el problema de la "extensión" de los términos. Cuando conseguimos fijar correctamente la extensión de las palabras -o sea, su significado- se puede comprender mejor el problema del que estamos hablando. Esto especialmente fácil cuando hablamos de un nombre propio, pues nos basta con señalar a la persona de la que hablamos, o el monumento que estamos describiendo, etcétera. Por ejemplo si decimos "Zapatero" y alguien no sabe a quien nos referimos, basta con apuntar con el dedo a la portada de un periódico o a la pantalla de la televisión cuando éste aparece. A esto se le llama "ostensión" ... bueno mejor no aburriros con detalles.
El caso es que Wittgenstein era de los que pensaba que los grandes problemas de la Metafísica, por ejemplo, se resolvían de un plumazo por el mero hecho de hacer un análisis riguroso de los términos empleados. Hoy en día, a la economía le pasa un poco eso, que como a la Metafísica, parece mucho más fiera la bestia que cuando se sabe de que estamos hablando. Así que vamos a hacer un poco de magia y vamos a aclarar el concepto los "mercados financieros". Oimos hablar continuamente de ellos, son el moderno Oraculo de Delfos, y sus designios, como los del dios Apolo, cambian la suerte y el destino de paises enteros y de millones de personas ... pero ¿a qué nos referimos cuando hablamos de "mercados financieros"? o sería mejor prenguntar ¿a quien nos referimos? Pues esa cosa llamada "mercados financieros" no son más de 20 o 30 personas que viven y trabajan en Nueva York y/o en Londres, trabajan en la redacción del Financial Times o en el consejo de media docena de Sociedades de Gestión de Bonos y Carteras, se reunen en los mismos Pubs y clubes, y tienen nombre y apellidos, por supuesto.
Estos son los que deciden si España o Inglaterra han de sufrir una "tormenta" en los mercados o no, y aquí es donde viene lo de Tía Molly. En los momentos más fuertes de la campaña de las bolsas contra nuestra economía, Inglaterra pasaba como una economía solvente y confiable ... ¡nada mas lejos de la verdad! Si nos atenemos a los hechos, a los números, -"facts!" que dicen los ingleses- la economía Inglesa está mucho peor, más endeudada, con peor situacion financiera, es una economía más grande y más interconectada con otras y si cae se verán afectados un enorme grupo de paises, personas y empresas.
Bien, la pregunta es ¿por que no han dado la batalla en los mercados con la deuda soberana inglesa? ¿porque le mantienen los "ratings" de triple A a pesar de sus nefastos números actuales y débiles espectativas de recuperación? ... sencillo, es que si hundimos la economía inglesa, se va al "carajo" la pensión de Tía Molly, esa misma que nos hacía gachas y sandwiches de plátano para merendar, la misma que nos da los besos estrujados cuando viene a la cena familiar el día de navidad ... ¡Es que a Tía Molly la queremos mucho!
No hace falta tener MBA para saberlo ... o quizá, al revés, despues de hacer el MBA, se nos escapa esa pequeña sutileza. Mientras, ellos, en los Pubs hacen chistes sobre las economías de los PIGS (acrónimo de Portugal, Italia, Grecia y Spain) ...
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