19 octubre 2013

De nuevo el nacionalismo

Ya he hablado otras veces de el nacionalismo, y nunca he ocultado que me perece una forma simplista, infantil y peligrosa de "pensamiento político", poniendo bastantes comillas para que se note la ironía. Y no me refiero solo a los nacionalismos separatistas, sino también a los nacionalismos "nacionales", llámese "españolismo", "germanismo" o cualquier otro. De hecho, gran parte de la nefasta gestión de la crisis económica que estamos sufriendo se la debemos al nacionalismo económico de varios de los países de Centroeuropa.
Ahora tenemos que asistir al espectáculo del choque de trenes del nacionalismo españolista con el catalán a cuenta de la huída hacia delante de un mal político, como es Artur Mas, cuyos únicos méritos han sido una cara bonita, un padrino y una rápida carrera ascendente hasta su nivel de incompetencia -quien quiera saber mas del asunto, que lea sobre el Principio de Peter- y otro mal político que se cree que hacer de Don Tancredo es una forma inteligente de acción política. Sinceramente no me fío de ninguno de los dos.
El problema de todo esto es que una vez que se rompa pelota, nos quedaremos todos sin poder jugar. Me explico, se esta generando una situación muy difícil de recomponer, pase lo que pase, porque se están alimentando los mas bajos sentimientos de los mas extremos de ambos "bandos" con nula inteligencia y una enorme base de mentiras, medias verdades y errores malintencionados. Hasta que uno de esos idiotas, los extremistas de ambas opciones, haga alguna tontería ... y luego esos dos mirarán para otra parte. Os recuerdo que nos costó casi medio siglo librarnos de la ETA y que del franquismo aún no nos hemos librado, y ya van casi 80 años ... solo hay que ver las tertulias de la tele.
Lo dicho, no me gusta el nacionalismo, ningún nacionalismo.

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